UN TROCITO DE HISTORIA: LOS ATENTADOS TERRORISTAS DEL 7 DE JULIO EN LONDRES

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En un día como hoy, el 7 de julio del 2005, Londres sufrió el peor atentado terrorista que se haya cometido en la larga historia de esta ciudad.

Los ataques comenzaron a las 08:50 y se realizaron mediante atentados suicidas perpetrados por cuatro chicos que hicieron detonar explosivos que tenían escondidos cada uno en unas mochilas enormes que cargaban a sus espaldas.

Los 4 terroristas subieron a un tren en Luton -un pueblo al norte de Londres- con destino a la estación King’s Cross del centro de la capital británica. Aquí cada uno tomó un tren diferente de las varias líneas del metro de Londres que pasan por esta estación. Se cree que el plan era detonar cada una de las bombas más o menos a la misma hora y en 4 trenes diferentes a su paso por diferentes lugares de la ciudad y de esta manera infligir el mayor daño posible y al mismo tiempo generar más caos y confusión entre la gente y reducir la efectividad de reacción de los servicios de emergencia.

Tres de las 4 bombas explotaron en un perÍodo de 50 segundos sobre las 08:49 y 08:50 de la mañana del jueves 7 de julio, justo la hora de mayor congestión durante la hora punta de la mañana.

La primera bomba explotó en un vagón de un tren de la Circle Line (línea amarilla) que acababa de salir de la estación Liverpool Street en dirección hacia la estación Aldgate -justo al este de la City- y matando a 7 personas.

La segunda bomba explotó también en un tren de la Circle Line pero que se encontraba viajando en dirección oeste. La detonación fue justo cuando el tren salía de la estación Edgware Road en dirección hacia Paddington. En esta segunda explosión murieron 6 personas.

La tercera bomba explotó en un vagón de un tren de la línea Piccadilly (azul oscuro) que viajaba entre las estaciones de King’s Cross y Russell Square matando a 26 personas. Esta fue la explosión que generó más muertes y fue debido al hecho que la línea Piccadilly va por túneles muy estrechos a 30 metros de profundidad, con la cual la explosión se siente con más fuerza al estar en un espacio confinado. Las otras 2 explosiones fueron en los túneles de la línea amarilla que van muy cerca de la superficie y son mucho más anchos, lo que permitió que la energía de la explosión se disipara.

Casi 1 hora después de las explosiones de las tres primeras bombas una cuarta bomba fue detonada en un bus típico rojo de 2 pisos a su paso por la plaza Tavistock Square. El bus estaba haciendo la ruta 30 entre Marble Arch y Hackney Wick. A su paso por la estación Euston el bus recogió a mucha gente que había sido evacuada del metro tras las primeras explosiones y tuvo que desviarse ya que la Euston Road fue cerrada por los servicios de emergencia. A su paso por Tavistock Square y justo enfrente de la Asociación Británica de Médicos explotó la bomba en la parte trasera de la planta superior del bus matando 13 personas.

Esta última explosión fue la que causó en un principio más consternación en la ciudad ya que al estar a nivel de superficie la escena de la tragedia fue más fácilmente capturada por las cámaras, a diferencia de los otros lugares a los que no hubo acceso inmediato.

Se cree que la cuarta bomba iba a ser detonada en un tren de la Northern Line (línea negra) pero esa mañana estaba temporalmente suspendida. En las cámaras de vigilancia de la estación se ve al cuarto terrorista saliendo de una tienda de la estación cuando ya habían explotado las otras 3 bombas. Según la policía el terrorista intentó contactar por teléfono con los otros 3 minutos después de las explosiones. Al parecer 50 minutos después de las primeras explosiones el terrorista abordó el bus de la ruta 30 y minutos después detonó el explosivo.

Los atentados tuvieron lugar justo al día siguiente de que se anunciara que Londres había ganado el derecho de realizar los Juegos Olímpicos de 2012.

Días después hubo varios intentos de más ataques terroristas aquí en Londres según las autoridades y el 22 de julio, solo 15 días después de los atentados, un brasileño llamado Jean Charles de Menezes fue abatido a tiros por la policía en un vagón de tren en la estación de Stockwell, cuando lo confundieron con un sospechoso que había atentado cometer una atrocidad el día anterior.

En total, en ese fatídico día, de uno de los veranos más difíciles en la historia de Londres, murieron 52 personas y hubo más de 700 heridos en lo que rápidamente se reconoció como el peor atentado terrorista, no solamente en Londres, sino en suelo británico también.




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